Etapa 22: Foncebadon a Molinaseca
Septiembre 10/2016

18km
Este día empezo y acabo distinto a lo planeado.
Habiamos quedado de empezar a las 7:30am a caminar. Stephano se desperto primero y nos levanto a todos a las 6:30am…pobre jaja lo mandamos por un tubo todos y como nos quedamos en este albergue tipo Hindu había clase de yoga a las 8:00am. Decidimos dormir poquito mas y hacer la clase. Despachamos a Stephano y nos quedamos. Tenia un dolor en la espalda asi que pensé que un poco de estiramientos me caerían muy bien para seguir cargando la mochila.

Como Rubia ha sido atacada fuertemente por bed bugs y no paran se picotearla decidió quedarse en Foncebadon para congelar su mochila y ropas esperando que cualquier rastro de estos asquerosos animales muriera en caso de seguir en sus cosas asi que continuamos sin ella. Nos fuimos Federico y yo.

Ese dia la etapa tenía una cuesta que nos llevaría a la Cruz de Ferro. Hay una tradición de cargar una piedra desde tu casa o desde el inicio de tu camino. Yo recogí la mía en la etapa de Roncesvalles (el segundo dia). Al llegar a esta cruz debes tirar esta piedra junto con tus cargas, tus fantasmas y todo lo malo que exista en ti, yo lo hice también por los míos: mis amigos, familia y acompañantes de camino. La cruz sale de una montaña de piedras, piedras que toda la gente que la visita va dejando ahí. Fue un momento de reflexión especial.

Ahi volvi a ver en una piedra el mensaje que he estado recibiendo con bastante frecuencia:

“La Meta es el Camino”

Como después de toda subida viene una bajada así fue el camino. Las bajadas de piedra son las peores. Las que sacan ampollas, las que te friegan las rodillas o para los que tienen tendonitis es una verdadera pesadilla.

Como Federico tiene tendonitis en su pierna, baja mas lento….primero lo esperaba, hasta que mejor me dijo que le diera y el vería si llegaba a Ponferrada o si se quedaba en un pueblo antes.

Asi que fui bajando…de buenas que a mi me ha ido super bien, saldo blanco en todos estos días a excepción de las ampollas que después de todo, en el camino es lo normal. Seria rara si no me hubieran salido y tener ampollas es parte de la experiencia. Ahora lo puedo ver asi y comprendo perfecto a los que bajan con dolor y dificultad…been there, done that.

Como después de la clase de yoga todavía desayunamos y nos quedamos con Rubia esperando a que tomara una decisión sobre que hacer con su ropa se nos fue medio dia. Empezamos a caminar casi a las 12hrs.
Asi que a unos 8km de llegar a Ponferrada que era mi destino final recibí un mensaje de Sylvia, la argentina, preguntando donde estaba yo y los chicos. Ahí le explico que nos dispersamos y que ahora cada uno andaba por su cuenta. Así que me hizo una oferta que no pude rechazar.

Ella había llegado ya a un pueblo antes de Ponferrada para dormir y ademas en hotel!! Así que me ofreció quedarme con ella en su hotel en lugar de llegar a un albergue.

Super tentadora su oferta pero yo tenia que llegar ese dia hasta Ponferrada de otra forma al dia siguiente tendría que caminar 32KM que para mi, considerando mis débiles pies y piernas, es demasiado. Pero luego pensé que llegaría a Ponferrada hasta las 7pm si bien me iba y tan solo pensar que descansaría como bebe sin los ronquidos y ruidos de los peregrinos del albergue y tomar una ducha caliente en baño privado me hizo cambiar mis planes. Ademas al llegar a Molinaseca, quede encantada, de los pueblos mas bonitos que había recorrido. El pueblo te recibe con un puente medieval y debajo, una alberca natural con agua helada ideal para desinflamar y aliviar las piernas y los pies. No lo pensé dos veces, le llame a Sylvia en ese momento para decirle que me quedaría. Mas tarde llego Federico y nos salimos a cenar los 3.